El entrenador claretiano, que alcanza su duodécima final copera, se mostró encantado con el esfuerzo del equipo.
“Hemos salido al partido dormidos, inactivos, sin capacidad de reacción, atontados. Y cuando hemos conseguido una actitud mucho mejor y hemos pensado por qué pasaba esto. Además, Dominion Bilbao Basket no es como Baskonia o Real Madrid, que tienen un banquillo profundísimo. Cuando ellos han comenzado a hacer cambios, nosotros hemos jugado más fluidos y hemos conseguido ganar y llegar a la final, lo que para nosotros es un éxito”.
“En el descanso les he dicho que lo que no podemos hacer es jugar sin competir, sin ser valientes. Estoy muy contento de su reacción. Está bien lo que bien acaba”.
“La primera final se remonta a mi primera época en el Joventut, porque con el Cotonificio no llegué nunca. La última fue en Vitoria, eliminando en cuartos al Valencia, dominando en semis al Real Madrid y ganando en la final al Baskonia en su campo en un partido muy igualado. Pero ese equipo había crecido desde muy abajo y con el paso de los años el equipo fue creciendo de la mano de Ricky, Rudy y pudimos aspirar a ganar la Copa. Aquí es distinto, es un mérito impresionante estar aquí y que el Gran Canaria pueda jugar por primera vez en la historia una final de Copa”.
“Creo que el significado está en el trabajo de todo el club durante tantos años. Hace poco hemos jugado el partido 900 en la Liga Endesa. Es un trabajo de progresión de muchos años. Se ha ido trabajando y consiguiendo estos hitos, algo que hace que la afición siga disfrutando”
“El vestuario canta el carpintero y esas tonterías que hacen ellos. Pero la felicidad ahora es completa, están muy unidos y lo están disfrutando”.
“Teóricamente no deberíamos estar en la final, pero como siempre trasmito y la evolución del partido de hoy lo dice, pierdes y ¿qué haces? Pues sigues trabajando. Da igual las posibilidades que tengamos, estamos compitiendo y vamos a hacer lo máximo que podamos y siendo campeones o subcampeones estaremos orgullosos de nuestro equipo”.