El Herbalife Gran Canaria se reencontró con el triunfo y con las buenas sensaciones en el inicio europeo ante el campeón de Croacia.
Volvían las noches europeas al Gran Canaria Arena tras casi cuatro meses desde aquel amargo partido ante Galatasaray. Lo hacía como una promesa de bálsamo, como la posibilidad de reconciliarse con el buen juego y la sonrisa. Sobre todo, con la victoria.
El KK Cedevita, campeón croata, llegaba a la cita con varias bajas pero con sus pilares intactos. Miro Bilan y Mirza Begic bajo el aro, Stockton en la dirección, Hopson como estilete ofensivo… Los balcánicos mostraron su potencial en los primeros instantes (8-8, minuto 4) que transcurrieron muy igualados.
Pronto los de Casimiro imprimieron un ritmo defensivo difícil de aguantar. Desde la defensa los amarillos ahogaron al Cedevita. Los titulares claretianos dieron la primera renta significativa a los suyos (17-8, minuto 7) obligando al entrenador visitante a pedir tiempo muerto. Un espectacular mate de O’Neale colocaba 11 de diferencia pero los de Zagreb recortaban antes del término del primer acto (22-16).
El parcial fue un oasis en el desierto para los de Mrsic. En el segundo cuarto el Herbalife Gran Canaria no quitó el pie del acelerador, y manejó ventajas de dobles dígitos desde el primer minuto, con un triple de Sasu Salin (29-18, minuto 12).
La intensidad en todos los planos defensivos siguió asfixiando a un Cedevita sin muchas ideas que se encomendaba a Scotty Hopson. El estadounidense fue líder ofensivo de los suyos y mantuvo en la pomada a su equipo durante varios minutos. Lo hizo hasta que Kyle Kuric quiso. Con 11 puntos consecutivos en un parcial de 11-2, dinamitó el partido justo antes del descanso (54-34).
Sin mirar atrás
Darko Planinic, algo apagado en la primera mitad, abrió fuego en la segunda con un 2+1 que disparaba la ventaja hasta los 23 puntos. La misma llegó a alcanzar los 26 (66-40, minuto 25) con un mate sideral de Royce O’Neale tras rebote ofensivo. Los amarillos seguían muy activos en ambos lados de la pista, como demostraba un buen palmeo de Báez sobre la defensa.
Pero el Cedevita encontró brechas en la defensa amarilla. Con algo más de fluidez ofensiva, logró tiros más liberados y mejoró su porcentaje, especialmente desde 6,75. Además, el trabajo de Begic en la pintura fue clave, y los de Mrsic cerraron el acto con un parcial de 7-16 que les daba alguna esperanza (77-61).
La esperanza, eso sí, era débil. Y si bien Mirza Begic siguió causando estragos, el Herbalife Gran Canaria tuvo el encuentro controlado en todo momento. La victoria nunca estuvo en duda y el conjunto isleño aprovechó los últimos minutos de partido para seguir recuperando sensaciones. Especial mención en este aspecto para un Pablo Aguilar que, aún con dolencias en la muñeca, firmó un enorme encuentro con acciones de mérito.
El resultado final fue de 101-76, una diferencia que convierte al Granca en el primer líder del Grupo A de la Eurocup. Un camino largo, pero un buen primer paso.