Los pupilos de Jaka Lakovic supieron jugar mejor sus cartas para salir vencedores de una emocionante batalla disputada ante la afición amarilla.
Empezaba el desafío en el Gran Canaria Arena, equipo y afición eran uno. Por delante, una prueba muy exigente. El partido comenzó con un ritmo muy alto por parte de ambas escuadras y con la línea de triple siendo protagonista. Los dos equipos iniciaron el choque con acierto en los lanzamientos, pero el Valencia estaba saliendo mejor beneficiado gracias a sus exteriores (4-5, minuto 2). A pesar de las dificultades iniciales, el Gran Canaria no se rendía y continuaba luchando contra viento y marea sobre la pista. Los valencianos anotaban todo desde el perímetro, y eso les estaba dando mucha más vida en los compases iniciales. En el cuadro claretiano, Khalifa Diop y Andrew Albicy mantenían a los suyos en el marcador. Tras un primer cuarto de mucho toma y daca entre amarillos y taronjas, el resultado al final de los 10 primeros minutos era de 22-25. Mucho que disputar aún en el feudo grancanario.
El acierto de los pupilos de Mumbrú estaba siendo clave. El combinado de Jaka Lakovic intentaba ejercer una férrea defensa, pero Prepelic y Radebaugh seguían como cohetes desde la línea de triple. Ambos terminarían la primera parte con un 2/2 en triples. Asimismo, Harper también aportaba al casillero valenciano, con un 3/3 en tiros de campo. En el Gran Canaria, Miquel Salvó anotaba un soberbio 2+1 para poner el 31-37 (minuto 15), algo que daba oxígeno a los canarios. AJ Slaughter y Andrew Albicy también se animaban desde el perímetro. No obstante, en la recta final del segundo período, el conjunto de Álex Mumbrú logró obtener una cómoda renta para irse al descanso con un resultado de 46-51. El Valencia se mantenía por encima, pero aún no había nada decidido.
Los amarillos se lo llevan en una segunda mitad exigente
Damien Inglis comenzó liderando a los amarillos en la segunda parte con 4 puntos consecutivos (50-53, minuto 21). Los de Valencia estaban acertados en la faceta defensiva y lograban poner en problemas a los insulares. La tensión se podía notar en el ambiente, el partido estaba en el momento más importante. La igualdad era máxima y la afición no paraba de animar a los suyos. El Gran Canaria Arena era una auténtica caldera, con 2 equipos dejándose la vida en la pista. Damien Inglis y Ferrán Bassas eran los encargados de volver a meter a los amarillos en el partido. Al acierto en ataque se unía una mayor intensidad en defensa, lo que metía a los pupilos de Lakovic en el encuentro. Miquel Salvó marcaría un gran triple para colocar el 65-62 a falta de 3 minutos para el final del tercer cuarto y poner a todo el pabellón en pie. Atacaba el Valencia, atacaba el Granca. Después de una nueva canasta, los amarillos se fueron por delante a los 10 últimos minutos (71-69).
10 minutos que iban a decidirlo todo, 10 minutos que podían significar mucho para ambos equipos. El último cuarto comenzó con un Gran Canaria acertado. Los amarillos se colocaron 77-69 después de varias acciones de mucho nivel en ambos lados de la pista. Khalifa Diop colocaba un gran tapón para que, posteriormente, los amarillos anotasen otra vez. A los pupilos de Lakovic les salían las cosas, logrando ejecutar buenos movimientos de balón y acertando los lanzamientos, pero el Valencia no había dicho su última palabra. A falta de 5 minutos para el final, el resultado era de 80-79. Cualquier cosa podía pasar en la pista del Gran Canaria Arena.
El tramo final del choque iba a ser de lo más emocionante. Andrew Albicy tiraba de nuevo del carro con una canasta sobresaliente y un robo en defensa. A falta de 1:46 minutos y con 87-81, el Gran Canaria lo tenía casi hecho. El Valencia, con 2 triples consecutivos, no tiraría la toalla, pero un nuevo triple de Shurna sentenciaría la contienda casi por completo (93-87). Tras varios parones, el resultado final fue de 95-89. Un resultado que le da alas y esperanza al Gran Canaria para seguir peleando por estar en la Copa del Rey.