El Herbalife Gran Canaria visita el principado andorrano, donde nunca ha ganado en Liga Endesa.
Vuelta a la competición tras dos semanas de parón. Después de Copa del Rey y la ‘ventana FIBA’ de clasificación al EuroBasket 2021, el Herbalife Gran Canaria visita al MoraBanc Andorra con una misión nada fácil: ganar en una cancha en la que aún no conoce el triunfo. Sin Manu Lecomte, lesionado con su selección, ni Khalifa Diop, también convaleciente, Fotis Katsikaris intentará ser el primer entrenador amarillo en ganar más allá del muro.
Al norte de la victoria
Seis veces se han visto las caras andorranos y grancanarios más allá de las fronteras nacionales. El Herbalife Gran Canaria, en sus seis visitas, ha sido incapaz de sumar el triunfo. Dejando a un lado el viaje de 1996, cuando los locales eran patrocinados por Festina, los claretianos acumulan cinco visitas en la presente década a Andorra. Las derrotas se han producido por márgenes ajustados -cinco, siete, ocho, dos y catorce puntos-, y en varias ocasiones el ‘Granca’ ha estado a punto de ganar. Este sábado buscarán, por fin, el primer triunfo allí.
Incógnitas tras el parón
Es complicado adivinar cómo afectará el parón a ambos equipos. El MoraBanc Andorra ha tenido un hiatus más corto, eso sí, al participar en la Copa del Rey. En la misma lograron llegar hasta semifinales para caer con el anfitrión Unicaja. El ‘virus FIBA’ no ha afectado especialmente al equipo de Ibon Navarro, que tan solo perdió a Tyson Pérez, Nacho Llovet y Dejan Todorovic durante la pasada semana.
Navarro 2022
Esta misma semana el MoraBanc Andorra anunciaba la renovación de Ibon Navarro como entrenador del equipo. Tras la marcha de toda una institución en la entidad como Joan Peñarroya, Navarro ha seguido manteniendo la línea ascendente del equipo. Semifinales de EuroCup el pasado curso, semifinales de Copa del Rey este, y siempre peleando por estar entre los mejores de la competición.
Energía
Fotis Katsikaris hizo hincapié, en la rueda de prensa previa al choque, en la energía a la hora de defender para ser capaces, además, de parar el juego en transición de los andorranos. El conjunto del Principado anota casi 82 puntos por partido, unos cuatro más de media que el ‘Granca’. Es un equipo físico capaz de cambiar constantemente en labores defensivas y de cargar el rebote en el aro contrario.