El Gran Canaria visita al Hereda San Pablo Burgos buscando un triunfo que les haga dormir empatados con el octavo.
Después de la vibrante victoria cosechada en el derbi canario ante el Lenovo Tenerife, y tras una disputada batalla en Bolonia ante la Virtus, el ‘Granca’ visita el siempre difícil Coliseum en busca de una victoria que les haga igualar en la tabla al UCAM Murcia.
Dormir como el octavo. El Gran Canaria llega a la cita con el Hereda San Pablo Burgos, aplazada en su día por casos de COVID-19, como noveno clasificado con un balance de 12-12. Los amarillos tratarán de romper el empate en su registro de victorias y derrotas con un triunfo que les haría, además, empatar con 13-12 al UCAM Murcia, octavo clasificado. Los insulares afrontan el domingo el tercer partido en apenas cinco días en Vitoria, ante el Bitci Baskonia, y una victoria en territorio burgalés sería un chute de ánimo y moral.
Un rival en racha. El Hereda San Pablo Burgos ha reaccionado de la mano de Paco Olmos y gracias también a los cambios realizados en la plantilla. Los burgaleses firman un balance de 4-2 en sus últimos seis partidos, venciendo en la pista de UCAM Murcia o derrotando a Surne Bilbao Basket, y cayendo únicamente ante Real Madrid y Lenovo Tenerife. Con un registro de 8-16, la escuadra leonesa aún sigue metida de lleno en la lucha por evitar el descenso, pero un triunfo ante el ‘Granca’ les haría ponerse una victoria por encima de MoraBanc Andorra, Urbas Fuenlabrada, Monbus Obradoiro y Casademont Zaragoza.
Una plaza complicada. Hay que remontarse a mayo de 2018 para ver la última -y única- victoria del Gran Canaria en el Coliseum de Burgos. Sirvió aquel triunfo, precisamente, para certificar matemáticamente plaza en un Playoff que acabaría con el ‘Granca’ entrando en semifinales y logrando un billete para la EuroLeague. Desde entonces, el Gran Canaria ha perdido en sus visitas a un Coliseum que siempre aprieta, con una gran afición que pone en apuros a cualquier rival.
Una pareja interior de potencia. Las llegadas de Julian Gamble, primero, y de Landry Nnoko, después, han dado potencia al juego interior de Hereda San Pablo Burgos. El americano promedia 11,5 puntos y 4,1 rebotes por choque, mientras que el camerunés es el mejor valorado del plantel burgalés con firmas de 10,3 puntos y 6,4 rebotes por encuentro. A ellos hay que sumarle el peligro exterior de hombres como Benite o Renfroe, y la intensidad defensiva del exclaretiano Xavi Rabaseda.