El base catalán fue esencial durante todo el último cuarto para lograr el triunfo, pero sobre todo con una canasta sobre la bocina dando la victoria a los amarillos.
«Me defienden bien, quedan pocos segundos, he intentado acercarme al aro y ha entrado con mucha suerte. Estamos contentos por la victoria.»
«Ha sido lo mejor: después de meterla, ir con los compañeros a abrazarnos es muy emocionante. Es algo que se recuerda para siempre y toca seguir sumando.»
«Me encuentro a gusto. Ahora estoy más acertado, con confianza en los momentos finales. Antes de esa he fallado una entrada que si la hubiese metido el partido se hubiese muerto. Así es el baloncesto. Al final conseguí meter esa mandarina que me he tirado.»