El base, que repartió seis asistencias en la derrota en Tierra Santa, apuntó al «ritmo» como una de las claves de la derrota.
«Ha sido un partido difícil. Nos ha costado mucho encontrar el ritmo del partido, aunque en la primera parte sin estar bien del todo hemos estado solo uno abajo. En la segunda hemos aguantado pero sin estar bien en el ritmo. Y hemos estado peores físicamente, han anotado canastas fáciles debajo del aro, triples abiertos, y cuando han cogido diferencias se ha hecho el partido muy largo. Han sido mejores que nosotros.»
«El viernes tenemos otro partido, sabemos que nos lo jugamos todo porque queremos volver a Jerusalén para jugar el tercer partido de desempate. Será difícil, ya nos conocemos los dos equipos más. Esperamos un partido duro pero estar mejor en cuanto a ritmo, defensa, cargar mejor el rebote y a ver si podemos ganar. Estamos en casa, con nuestra gente, y seguro que el pabellón estará hasta arriba y nos ayudarán a ganar.»