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Liga Endesa

Brillante despedida de un histórico Herbalife Gran Canaria (92-99)

Los amarillos lucharon hasta que no tuvieron más sudor que dar, y acabaron cayendo en el tercer partido de semifinales.

Era ganar o acabar la temporada para un Herbalife Gran Canaria que había demostrado en los dos partidos disputados en el WiZink Center que era posible meterle mano a este Real Madrid. A un Real Madrid que tuvo que esforzarse al máximo, a nivel de un campeón de Europa, para lograr ganar el segundo envite el pasado domingo.

El inicio del partido fue efervescente. La eliminatoria, caracterizada en los dos duelos celebrados en Madrid por un ritmo frenético y una anotación desenfrenada, vio cómo el tercer partido arrancaba apuntando a erigirse como otra oda al baloncesto ofensivo. A la alegría y a la entrega absoluta al talento. En los compases iniciales fue el Herbalife Gran Canaria quien consiguió tomar una ligera ventaja (7-4, minuto 4) con cinco puntos consecutivos de Xavi Rabaseda. La parroquia claretiana, metida desde el salto inicial, acompañaba en la entrega absoluta de un equipo claretiano que no era un invitado más en el camino merengue hacia la final. Un equipo claretiano dispuesto a luchar.

Pronto se desesperaba el examarillo Jaycee Carroll, que con dos faltas personajes protestó efusivamente a un árbitro para ganarse una técnica que le llevaba directamente al banquillo. Laso no volvería a contar con él en toda la primera mitad y restaban todavía más de cinco minutos de primer cuarto. Los amarillos llegaban a disfrutar de una ventaja de seis puntos gracias a la garra de un combativo Eulis Báez, que se fajaba en la pintura con todos los rivales. Sin embargo, antes del final de un acto de baloncesto brillante, el Real Madrid conseguía recortar distancias con las mejores versiones de Sergio Llull y Rudy Fernández (27-25).

Iba a tener que emplearse al máximo el Herbalife Gran Canaria si quería tener opciones de competirle de tú a tú a todo un campeón de Turkish Airlines Euroleague. El Real Madrid, con la segunda unidad en pista, no tardó en tomar ventaja (32-33, minuto 13) tras una canasta de Felipe Reyes en la pintura. Sin embargo, el Granca consiguió reaccionar para evitar un despegue blanco con un triple de Aguilar precedido de una asistencia por la espalda de Gal Mekel.

Durante varios minutos del tercer cuarto, el conjunto de Pablo Laso llevó la delantera en el luminoso. La ventaja que consiguió gestionar fue tan solo de cuatro puntos gracias a un Herbalife Gran Canaria que, cuando vio ligeramente disminuida su producción ofensiva, fue capaz de evitar también canastas fáciles del equipo blanco. No era únicamente el nivel baloncestístico el que estaba por los aires, sino también el físico. Las disputas y los contactos era continuas entre dos equipos dispuestos a todo para no dar ni un paso atrás. En el fervor de la batalla, el capitán Báez logró poner en ventaja a los isleños, pero dos tiros libres de Rudy Fernández significaba tablas antes del descanso (50-50).

Un digno final

No había podido participar Jaycee Carroll en la primera parte por los problemas de faltas y Pablo Laso no dudó en darle la titularidad en la segunda mitad. El estadounidense salió enchufado, participando de manera activa en todos los ataques de su equipo en un arranque estratosférico. Realmente, el equipo blanco no hizo otra cosa que mantener un nivel brillante mientras que los isleños sufrían para sumar puntos a su casillero. Un triple del americano con un defensor encima (54-64, minuto 24) obligó a Luis Casimiro a pedir tiempo muerto tras un parcial inicial de 4-14.

Tras el tiempo muerto, el Herbalife Gran Canaria respondió a triple limpio. No iba a serle tan fácil al campeón europeo el cerrar la eliminatoria por la vía rápida. Los claretianos tuvieron un bestial acierto desde más allá de 6,75. Cuatro de las siguientes cinco canastas del equipo isleño fueron aciertos desde el triple. Varios de ellos con manos de los defensores blancos delante. El técnico cántabro se desesperaba en el banquillo visitante, pero respiraba aliviado cuando veía que los suyos, al menos, mantenían un endemoniado acierto en labores ofensivas. El empuje blanco había sido demoledor pero los de Casimiro, de una manera u otra, sobrevivían a falta de un cuarto (71-79).

Remontarle ocho puntos al campeón de Europa en diez minutos se antojaba una misión casi imposible. Pero el Herbalife Gran Canaria, que firmó un Playoff por el título brillante en actitud y baloncesto, no le perdió la cara al choque en ningún momento. Varias acciones positivas en defensa permitieron a la parroquia isleña soñar. Soñar, soñar y soñar. Era cuestión de orgullo y eso le sobraba a un conjunto grancanario que no renunciaba a nada. Llegados al ecuador del último período el Granca seguía vivo (79-85, minuto 35) tras un mate en transición de Ondrej Balvin.

Pasaron casi dos minutos sin que ninguno de los equipos anotase. Se encadenaron errores que acabaron con un triple inverosímil de Rudy Fernández. Los jugadores blancos dieron su mejor versión. Imparables. Con un acierto propio de campeones. A nivel de selecciones, a nivel de clubes. A todos los niveles. Con poco más de cuatro minutos en el crono, el Herbalife Gran Canaria caía por nueve puntos (79-88, minuto 36) y la remontada parecía utopía.

Pasó un minuto y la diferencia no bajaba (81-90, minuto 37). Pero en ningún momenton los amarillos bajaron los brazos. Un triple de Báez y otro de Eriksson desde el logo apretaban las cosas (89-92, minuto 39) con poco menos de dos minutos por disputarse. Y, a pesar de que el Real Madrid no aflojó, los isleños llegaron a situarse a solo dos puntos (92-94, minuto 40) con cuarenta segundos por delante. Un triple de Taylor tras un ataque impecable de los madrileños, ahora sí, dio al traste con los sueños del Herbalife Gran Canaria.

De un Herbalife Gran Canaria semifinalista. Subcampeón. Campeón, otrora. Y, sobre todo, de un Herbalife Gran Canaria de Turkish Airlines Euroleague. De Euroliga. Un GRAN CANARIA que se medirá con los 15 mejores equipos de Europa el próximo curso en el mayor escenario baloncestístico del Viejo Continente. Lo mejor está por llegar.