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Liga Endesa

Carta del presidente, «La poderosa ola amarilla»

Para los isleños un hecho cotidiano nos condiciona la existencia: el mar. Y las olas que chocan contra los arrecifes o se desparraman apaciblemente en la arena suponen el pan nuestro de cada día. Como fenómeno atmosférico que produce variación repentina en la temperatura (hablamos de ola de calor, ola de frío), su energía va creando un espacio cada vez mayor e inclusivo que provoca un movimiento impetuoso de mucha gente apiñada, una oleada que ha impregnado uno de los acontecimientos deportivos más importantes del panorama español, la Copa del Rey, donde el nivel de audiencia se ha mantenido, la igualdad deportiva también, el cálido clima de partida igualmente, y en Canarias todos se metieron dentro de la ola, aficionados, simpatizantes y ciudadanos.

Nunca antes se había llegado tan lejos en una Copa del Rey, el torneo más apasionante y trepidante de nuestro baloncesto cuyo impacto mediático traspasa las fronteras nacionales y se difunde internacionalmente. Además, en una edición de las más bonitas que se recuerdan en la memoria reciente y la más igualada en veinticuatro años. Igualdad en la que ha sobresalido el Herbalife Gran Canaria llegando a una final histórica ante el Real Madrid.

Vencer al líder de la Liga Endesa, remontar 19 puntos en 14 minutos en una semifinal o competir hasta el último segundo ante el campeón continental no es fruto de la casualidad, ni se logra sin el apoyo de todos. El Herbalife Gran Canaria no ha estado solo en esta lucha. Centenares de aficionados hicieron un gran esfuerzo para desplazarse hasta A Coruña para dejarse la garganta por su equipo y para creer una vez más. Nuestros aficionados siempre han estado en los buenos y en los malos momentos, apoyando a su equipo y levantándolo cuando más lo necesita. Ese mismo espíritu de lucha incansable gobierna a todo el equipo.

Al igual que nuestros numerosos aficionados que no pudieron viajar a Galicia y acudieron en masa al Gran Canaria Arena o nos recibieron de madrugada en el aeropuerto. Gracias a todos ellos. Y gracias a todos aquellos que por motivos laborales y de estudio nos animaron desde todos los puntos del planeta. Su aliento nos llegó a pesar de la lejanía física.

Este es un equipo global pero con un objetivo común, hacer más grande a Gran Canaria y a Canarias. Ese es nuestro espíritu. El protagonismo es colectivo, no individual. Este club nació, se ha desarrollado y vive gracias al apoyo de mucha gente. Ver llorar de alegría, saltar de emoción, abrazarse para compartir, son valores que llevan al deporte de la canasta más allá de un mero balón. Este es nuestro compromiso: una canasta sentida y compartida con nuestra sociedad, ya que las felicitaciones no han venido solo del baloncesto sino de todas las esferas sociales.

Humanamente quiero resaltar lo que ha significado la actuación de un veterano del club sin desmerecer el esfuerzo de todo el equipo y de su cuerpo técnico, que ha estado a un altísimo nivel y que jugaron esta copa mirando siempre a la canasta y no al suelo. Me refiero a Albert Oliver que a sus 37 años vio llegar su gran oportunidad y no la desaprovechó, fruto de la constancia y el trabajo. No se llevó el trofeo de campeón ni el de MVP, pero para muchos lo fue. Porque a veces no importa ganar, sino ser honesto con uno mismo y darlo todo en la cancha. Y eso hicieron Albert Oliver y el resto de jugadores.

Gracias a todo el cuerpo técnico liderado por Aíto García Reneses y a todas las personas que trabajan para esta casa de manera silenciosa pero con gran pasión por nuestro club. A veces solo nos fijamos en lo visible pero lo invisible del club es muy importante: familiares, empresas, simpatizantes, etc., han acrecentado la ola que ha mojado saludablemente a toda la sociedad. Resulta encomiable participar en tres competiciones distintas con varios partidos cada semana, pero hay que ser realistas y seguir trabajando, no cayendo en el error del recuerdo de las victorias.

No queremos olvidarnos de los medios de comunicación que con sus crónicas deportivas escriben páginas sobre el Herbalife Gran Canaria a diario en la prensa escrita y nos otorgan minutos de radio y  televisión. Sin su apoyo y visibilidad, todos nuestros logros serían más pequeños o menos importantes. Igualmente dar las gracias a los que han participado en las redes sociales que también nos han hecho campeones con más de tres millones de visitas. Gracias a los que han tenido responsabilidad institucional  en el club: consejeros, directivos y empleados del club que aportaron todo su conocimiento y esfuerzo para que esta entidad diera pasitos cada vez más grandes,  señalándonos el camino correcto a seguir, ya que no es lo mismo caminar que andar. También quiero extender este agradecimiento a los jugadores que a lo largo del tiempo dieron todo por esta camiseta y a los entrenadores y miembros del cuerpo técnico que pasaron por el Herbalife Gran Canaria en estos 53 años de historia. Aquí nadie resta, todos suman. Todos se vacían por un bien mayor, crecer. Sigamos creciendo juntos.

Además, el equipo infantil en la Minicopa ha dejado su huella con su gran actuación en dicho campeonato. En este sentido hay que reseñar la participación en dicho equipo de dos jugadores del Heidelberg, ya que, como en ediciones anteriores, hemos contado con equipos de formación de otros clubes de la isla.

El próximo miércoles tenemos una nueva cita de la Eurocup frente al Limoges francés. Me gustaría que esta poderosa ola amarilla se elevase, si cabe, aún más para poder superar este nuevo reto inmediato. Un partido importante en el que no nos podemos relajar y en el que necesitamos el apoyo de nuestra afición.

Miguelo Betancor
Presidente del Herbalife Gran Canaria