El ICL Manresa solo ha podido ganar cuatro de sus 23 partidos en Liga Endesa, pero visita Gran Canaria probablemente en su mejor momento del curso. Hace solo siete días logró tumbar al Baskonia y ha peleado hasta el final sus últimos tres encuentros.
La línea ascendente manresana
Es colista y la salvación está a tres partidos, pero el grupo de Ibon Navarro no se rinde. El ICL Manresa ha experimentado una notable mejoría en las últimas semanas. Acabó febrero peleando en casa hasta el final contra el RETAbet Bilbao Basket, con el que acabó perdiendo por 79-86. Una semana después, se quedó a pocos minutos de asaltar Andorra para acabar cayendo por 85-77. El premio al trabajo llegó el pasado domingo: triunfo por 87-82 ante todo un Baskonia para creer en la remontada.
Peligro coral
Si bien Scott Suggs destaca en la anotación, lo cierto es que el ICL Manresa cuenta con muchos peligros. Son varios los jugadores del actual equipo manresano que pueden poner en problemas a casi cualquier defensa. Desde el escolta americano, que anotó 11 puntos ante Baskonia, hasta Pere Tomàs, pasando por el base Machado o Cakarun. Mención especial también a un viejo conocido: Xavi Rey, pívot que militase en las filas amarillas y que está firmando buenos números desde su llegada, hace unas semanas, a Manresa.
Un visitante incómodo
Pocos equipos tienen mejor porcentaje de victorias en Gran Canaria que el ICL Manresa. Ha logrado nueve triunfos de 24 posibles. El pasado curso los claretianos derrotaron por un cómodo 88-59 al equipo manresano, pero anteriormente los visitantes acumulaban cuatro triunfos seguidos. Ganaron en 2012, 2013, 2014 y 2015 en tierras grancanarias. Todas y cada una de ellas llegaron como ‘sorpresa’ por la situación clasificatoria de ambos equipos.
Mirar hacia arriba
El Herbalife Gran Canaria llega a la cita del domingo con un balance de 15-8, séptimo clasificado y con cinco victorias consecutivas en Liga Endesa. Los amarillos tienen solo una victoria menos que el segundo clasificado. La igualdad clasificatoria es máxima y los amarillos tienen a su alcance ser cabezas de serie. Difícil, con mucho por jugar, pero factible. Objetivo final o no, lo cierto es que el grupo de Luis Casimiro intentará prolongar su racha de buenos resultados.