El Herbalife Gran Canaria dominó un choque igualado marcado por un gran acierto ofensivo de ambos equipos.
Empezó más enchufado el Iberostar Tenerife, con un Nico Richotti que una vez más quiso dejar su impronta en su visita a la isla vecina. El argentino anotó cuatro de los primeros seis puntos tinerfeños, y dio ventaja a los suyos (2-6, minuto 2) en los primeros compases de choque.
Los laguneros tuvieron pronto problemas con Joseph Jones, que cometió tres faltas en un abrir y cerrar de ojos. Fue, en gran parte, mérito de un gran Sitapha Savané. Como sucediera en Saratov, el senegalés salió como una moto para inyectar energía a los claretianos. Con un triple, Newley daba la primera renta del choque a los locales (11-9, minuto 5) a mediados del cuarto.
El partido fue un constante intercambio de golpes, con muchos empates y muchas alternativas en el electrónico. Después de varias canastas de White, el Granca se lució de tres, con triples consecutivos de Paulí, Aguilar y Seeley, que sirvieron para cimentar un parcial de 11-3 con el que se cerró el acto (30-23).
Con la misma moneda replicó el conjunto canarista en los primeros tres minutos del segundo cuarto. Después de un tiro libre de Omic, el Iberostar Tenerife respondió anotando tres triples consecutivos que les devolvía la ventaja (31-32, minuto 13) obligando a Aíto García Reneses a pedir un tiempo muerto tras el parcial de 1-9.
Las defensas brillaban por su ausencia, pero el tiempo muerto de Aíto servía, al menos, para que Aguilar cortase el parcial desde 6,75. Pero, cómo no, los canaristas contestaron con otro triple, obra de Arco. Y tras el suyo, uno de San Miguel. En apenas cuatro minutos, el Canarias había convertido 15 puntos, todos desde la línea de tres, con un gran 5/6 en tiros.
En el intercambio de triples, el Granca volvió a hacerse fuerte para recuperar la ventaja. Seeley y Oliver llegaron a dar seis de ventaja a los amarillos, pero finalmente solo obtuvieron un colchón de cuatro al término de una primera mitad explosiva (51-47).
Lejos de amedrentarse, el Iberostar Tenerife volvió a protagonizar una salida de cuarto espectacular, endosando a los claretianos un parcial de 2-11 con el que volvían a tener ventaja (53-58, minuto 23) ante un Granca algo desdibujado que no encontraba su ritmo.
Con el paso de los minutos lo hizo, mejorando en defensa y jugando ataques largos. Báez y Seeley, desde 6,75, lanzaban a los claretianos. Por su parte, los canaristas tenían problemas para anotar. Así, el Herbalife Gran Canaria obtenía una renta de cinco puntos para afrontar el último cuarto (72-67).
En el último cuarto, al fin, aparecieron las dudas, los nervios y el desacierto propios de un derbi como este. En cuatro minutos y medio apenas se habían seis anotado seis puntos; cuatro amarillos y dos aurinegros. Albert Oliver se echó el equipo a la espalda anotando de todas las maneras para poner ocho (78-70, minuto 36) de diferencia. Una renta en otros momentos justa, pero que era un mundo en un duelo tan igualado.
Intentó reaccionar el cuadro de Vidorreta pero no lo consiguieron. El Granca dominó el tempo del encuentro desde la defensa y el rebote, sin ceder segundas oportunidades y jugando con mucho ritmo. Un aro pasado de Arco colocaba a los laguneros a cinco puntos con algo más de un minuto por disputarse. Pero cuando amenazaban las dudas, cogió responsabilidad Oriol Paulí, que clavó un triple y selló el triunfo local.
Al final, un 90-80 favorable al Herbalife Gran Canaria, que sigue defendiendo con uñas y dientes su quinto puesto en la Liga Endesa.