El Herbalife Gran Canaria sufrió una severa derrota en La Laguna.
El Iberostar Tenerife llegaba a la gran cita del baloncesto canario con ganas de mantener su buena dinámica. El equipo de Katsikaris, con una semana completa para preparar el encuentro, se medía a un Herbalife Gran Canaria que 72 horas antes había disputado tres prórrogas en 7Days EuroCup ante ASVEL Villeurbanne. Sobre este asunto giraron muchas de las declaraciones de la previa; pero rápidamente perdió cualquier peso posible como factor.
Porque el equipo aurinegro fue un auténtico rodillo. Durante los primeros dos minutos de encuentro ningún equipo anotó y fue Eulis Báez quien abrió el marcador desde la línea de 4,60. Sus dos aciertos vinieron seguidos de dos triples de Davin White y Marcus Eriksson. El conjunto grancanario apenas aguantó unos cuantos empujones más. Una canasta, otra, de Báez, volvía a poner con ventaja (5-7, minuto 4) a los visitantes. Tras eso, el delirio lagunero.
Al Iberostar Tenerife le entró absolutamente todo. Algunos aciertos llegaron por desajustes defensivos del equipo claretiano y otros desde la total confianza de los jugadores canaristas. Un parcial de 14-2 dio la vuelta completamente al choque y el Herbalife Gran Canaria se quedó pronto sin respuestas. Sin Albert Oliver en la rotación, Paulí actuó de base y Xavi Rabaseda adquirió protagonismo anotador con cinco tantos consecutivos. A pesar del trance en el que se encontraban los aurinegros, el empuje del propio Rabaseda y de Aguilar hacía que al término del primer cuarto aún hubiera partido (26-18).
Era una diferencia, quizás, irreal. Pero en lo negativo, y no en lo positivo. El Iberostar Tenerife de Fotis Katsikaris exhibió un baloncesto de muchísimos quilates en el segundo cuarto. Maquillaba algo Anzejs Pasecniks con una acción de canasta más adicional, pero la realidad se imponía con peso en el Santiago Martín. Vasileiadis se unía a la fiesta y clavaba el octavo triple (de once intentos) de la noche para los tinerfeños. Era de nuevo una diferencia de dobles dígitos (34-24, minuto 14), y no volvió a bajar de ahí.
El parcial de los últimos cinco minutos del segundo cuarto fue de 21-6. El equipo aurinegro arrasó con un juego alegre y rápido. Sobre todo, también, con un enorme acierto en el tiro de tres. Al intermedio, los de Katsikaris firmaban un terrible 12/17 en triples con 13 asistencias. Fue un monólogo con ambiente festivo para un recinto lagunero que vibraba con los suyos. Lo decía Báez nada más concluir la primera mitad: «no sabemos dónde estamos». Al descanso, 25 de diferencia (55-30).
Sin historia para Herbalife Gran Canaria
Con la remontada ya como una misión prácticamente imposible, al Herbalife Gran Canaria solo le quedaba mostrar una mejor cara que la ofrecida en una primera parte para olvidar. Sin embargo, tampoco se pudo apreciar eso en un tercer cuarto de claro color aurinegro. La inercia positiva del equipo canarista prosiguió en la primerísima jugada de la segunda mitad, con un gancho de Javier Beirán sobre Marcus Eriksson. No apareció el Herbalife Gran Canaria.
La diferencia llegó a superar la treintena. Los amarillos, sin respuesta, se encomendaron a un Marcus Eriksson que anotó hasta seis triples en el tercer acto. Poco a poco el conjunto de Luis Casimiro intentaba acortar distancias pero no había manera de, tan siquiera, mejorar el tanteo al que se había llegado al descanso. Los puntos amarillos llegaban en acciones aisladas e individuales mientras que el Iberostar Tenerife seguía con un enorme nivel de juego y confianza para disfrutar de su baloncesto. Al término del cuarto, la diferencia entre ambos equipos no solo no había bajado; sino que había aumentado (73-45).
Además de Eriksson, la pareja nacional formada por Aguilar y Rabaseda mostró también su garra de manera intermitente. Un triple del catalán, y una bandeja tras robo del granadino, sirvieron para abrir el último cuarto. Luke Fischer, con minutos en el tercer acto tras varios encuentros sin aparecer en la cancha, también aportó su granito de arena en la tímida remontada.
No hubo opciones en ningún momento de obtener la victoria, pero la recta final del partido en el Santiago Martín sirvió para que Herbalife Gran Canaria maquillara, un poco, el resultado final. Incluso el maquillaje, eso sí, fue efímero. Se hizo igual de largo un último cuarto en el que sufrió un conjunto claretiano que el martes ya vuelve a las pistas para medirse, en el segundo día de 2018, al Alba Berlín.