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Liga Endesa

El Herbalife Gran Canaria cae en la prórroga de un partido loco (92-93)

El equipo isleño no logró tumbar a un Monbus Obradoiro que se llevó un encuentro de infarto.

Con Chris Evans tocado por una torcedura sufrida en su tobillo durante la semana, Maldonado se vio obligado a modificar el quinteto inicial que había dispuesto en el Palau en la jornada inaugural dando entrada a Xavi Rabaseda como acompañante de Hannah y DJ Strawberry en el trío exterior. Por dentro, Anzejs Pasecniks y Luke Fischer repitieron como dúo en la pintura.

En el pospartido de la primera fecha, el tiro exterior fue uno de los temas candentes a la hora de analizar el resultado. Y por lo visto en los compases iniciales del choque ante el conjunto obradorista, parecía que iba a volver a serlo. Y es que los de Moncho Fernández desembarcaron en la isla con cañones y disparando con fuego real. El arranque del equipo de Santiago fue demoledor y cogió desprevenido a un Herbalife Gran Canaria incapaz de frenar la sangría. En seis minutos, la diferencia era de dobles dígitos (8-20, minuto 6) merced a una serie de 4/5 en el triple de los visitantes. Con la entrada de Báez y Oliver, los amarillos reaccionaron. A base de defensa y de inteligencia a la hora de atacar, los de Maldonado se enchufaron poco a poco. Defensa a defensa, y con Evans entrando desde el banquillo, los isleños lograron darle la vuelta al choque con un parcial de 13-0 solo respondido por Brodziansky en la última anotación del primer cuarto (21-22).

No se enfrió el conjunto obradorista con el descanso entre cuartos. Si acaso recuperó el acierto de los primeros momentos de la noche. Abrieron con un triple el segundo cuarto y fue la antesala de unos minutos de desacierto colectivo. Los amarillos no veían aro y Monbus Obradoiro, aunque tampoco gozaba de un especial acierto, sí iba abriendo brecha poco a poco. Los de Moncho Fernández controlaban el tempo y parecían estar esperando, sin desesperación, a que volviera la inspiración divina desde el perímetro. Y vaya si apareció. De nuevo Kostas Vasileiadis lideró la carga (28-38, minuto 18) para elevar a los suyos a los diez de renta. Lo paró Maldonado pero no evitó que la diferencia alcanzara la quincena antes del intermedio. Esa máxima se mantuvo con ambos equipos enfilando el túnel de vestuarios con una bandeja sobre la bocina de David Navarro (30-45).

Reacción para un final loco

El paso por vestuarios sentó bien a un Herbalife Gran Canaria que saltó al parqué del Arena en el tercer cuarto dispuesto a revertir la situación. Los de Maldonado lograron ser constantes en el esfuerzo defensivo y al Monbus Obradoiro se le hizo de noche. Durante más de seis minutos el conjunto gallego fue incapaz de anotar. Muchas veces por mérito amarillo y, en otras ocasiones, por errores en situaciones de tiro algo más cómodas. Fuera como fuese, los claretianos aprovecharon ese brillante rendimiento para endosar un espectacular parcial de 20-0 (50-45, minuto 27) y ponerse por delante en el marcador. La renta, eso sí, no llegó a superar los siete puntos y los de Santiago fueron capaces de no perderle la cara al choque a pesar de la gran inercia local (60-55).

Quizá la propia inercia jugó en contra de un Herbalife Gran Canaria que había conseguido ganar un cuarto por 30-10 para obtener una ventaja total de apenas cinco puntos. Una ventaja corta que, como había probado el desarrollo del propio encuentro, era volátil. El Obra no le perdió la cara al partido en ningún momento y, apoyado en una buena labor defensiva, consiguió darle la vuelta al encuentro. Un parcial de 0-13 comandado por Navarro y Vasileiadis desde 6,75 (60-68, minuto 35) no solo devolvía la renta favorable a los santiagueses sino que dificultaba el triunfo al lado isleño.

Los de Maldonado hicieron un último esfuerzo en busca de una complicada remontada. El acierto exterior apareció, personalizado sobre todo en la figura de un Xavi Rabaseda que anotó 18 puntos con un 6/9 en triples. Un tiro suyo, precisamente, colocó a los amarillos a dos (77-79) cuando restaban dos minutos. Dos minutos que fueron diez o más, debido a varias acciones controvertidas que los árbitros tuvieron que solucionar revisando las jugadas. Clevin Hannah clavaba un tiro de dos a 2,3 segundos que era celebrado como uno ganador… pero Navarro, con siete décimas, mandaba el partido a la prórroga convirtiendo dos tiros libres.

El propio Hannah se erigió como protagonista del desenlace de un partido loco, una montaña rusa de sensaciones y baloncesto. El base abría fuego en la prórroga anotando un triple y fue quien llevó el peso de la ofensiva. Triple a triple ambos equipos se encaminaban a un final de infarto. Pozas, a 16 segundos, sumaba dos tiros libres. En la última posesión, los grancanarios no lograron anotar y acabaron cediendo por la mínima.

Segunda derrota del curso para un Herbalife Gran Canaria que el domingo intentará estrenar su casillero de triunfos ante el Cafés Candelas Breogán.