El equipo isleño firmó una buena salida, pero Panathinaikos se mostró superior.
Después de sumar una histórica victoria ante el Barça Lassa, el Herbalife Gran Canaria jugaba en el OAKA sin presión y apenas 48 horas después del partido ante los blaugranas. Tras sacudirse los nervios del debut, los de Salva Maldonado mostraron una muy buena versión en los compases iniciales del choque.
No tuvo nada que ver con el arranque de encuentro que protagonizó el cuadro amarillo en la jornada inaugural ante Fenerbahce. El Herbalife Gran Canaria jugó de manera suelta y ya en el primer ataque fue capaz de sumar con dos tiros libres de Clevin Hannah. Los de Xavi Pascual empezaban a hacer daño en el rebote con James Gist como referente, pero era el ‘Granca’ quien tomaba el mando. Un triple de Chris Evans y otro de Eulis Báez (6-12, minuto 7) obligaba a Pascual a pedir tiempo muerto.
Surtió efecto. Las segundas unidades marcaron la diferencia en el primer acto. En los últimos tres minutos, Panathinaikos fue capaz de endosar un parcial de 15-2 a los claretianos, superados en las transiciones. Keith Langford y DeShaun Thomas fueron imparables para la defensa amarilla. Al mismo tiempo, en ataque sufría para encontrar situaciones de tiro. Sin presencia interior, los grancanarios agradecieron el final del cuarto (21-14).
Suponía una oportunidad para resetear y hacer ajustes, y Maldonado así la aprovechó. Tillie anotaba a pase de Paulí y poco después el francés robaba un balón que acababa en las manos de Eriksson. El sueco, para alegría del equipo isleño, anotó su primer intento exterior para completar un parcial de 0-5 que dejaba a dos puntos a los suyos.
Sin embargo, Panathinaikos había aprendido la lección del primer cuarto y cortó por lo sano el conato de rebelión de los visitantes. El base lituano Lekavicius fue un diablo imparable para la defensa isleña, y protagonizó los mejores momentos de su equipo en el cuarto. Los locales se escaparon de diez puntos, y aunque durante varios minutos los grancanarios nadaron a contracorriente (33-27, minuto 15), el conjunto heleno no tardó en volver a tomar el mando. La diferencia alcanzó los 16 puntos pero un mate de Evans cerró la primera mitad con la distancia recortada (50-36).
Eriksson ha vuelto
El conjunto de Xavi Pascual parecía tener todo bajo control. Lo cierto es que el Herbalife Gran Canaria no fue capaz, en todo el tercer cuarto, de amenazar con una remontada a un Panathinaikos que empezó a jugar al son de Calathes. El base, gris en la primera mitad, fue protagonista en el juego de su equipo liderando con asistencias y puntos. Su liderazgo elevó la diferencia hasta los 18 (64-46, minuto 24), que fue la máxima durante el acto durante mucho tiempo.
El Herbalife Gran Canaria no encontró la manera de meterle mano a un equipo griego sólido. Tampoco aprovechó las situaciones favorables. Los grancanarios sufrieron desde la línea de tres puntos con tiros liberados, y también en las transiciones, donde el Panathinaikos corrió con comodidad para sumar puntos fáciles. En el tiro libre, los amarillos también cedían puntos con varios fallos. El equipo heleno cerraba el tercer cuarto con la mayor ventaja de la noche (74-55).
En un último cuarto sin mucha historia con todo decidido, el Herbalife Gran Canaria sonrió. Lo hizo por Marcus Eriksson. El sueco, que ya había anotado un triple, clavó otros tres, todos muy lejanos, y de forma consecutiva. Luego, en el último minuto y de vuelta a pista, fue capaz de anotar el quinto. La vuelta de Eriksson, operado de la rodilla antes de iniciar la pretemporada, se antoja clave.
Los amarillos pudieron terminar con buenas sensaciones, recortando distancias en los instantes finales. El equipo claretiano viajará de madrugada a la isla para intentar preparar mañana viernes el choque del sábado ante MoraBanc Andorra.