El consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria y vicepresidente del Club Baloncesto Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna, visitó ayer la instalación para dar el pistoletazo de salida al nuevo gimnasio amarillo.
El Herbalife Gran Canaria cuenta, desde ayer jueves, con un nuevo gimnasio situado en el Gran Canaria Arena. El equipo claretiano inauguró esta obra tras varios meses de trabajo y una inversión global, entre obra y equipamiento, de cerca de 200.000 euros, y para ello contó con la presencia de su vicepresidente, Lucas Bravo de Laguna quien dedicó unas palabras de apoyo al equipo a la vez que agradeció la labor de todos los implicados, especialmente la de Juanjo Falcón, preparador físico del Herbalife Gran Canaria.
Lucas Bravo de Laguna animó a los jugadores a dejar a un lado los recientes resultados y a enfrentarse al Unicaja, su próximo rival, con el convencimiento de que pueden seguir aspirando a terminar la liga actual en puestos de Playoff sin olvidar sus retos en Europa.
Juanjo Falcón explicó al consejero cada uno de los aparatos que se han adquirido para equipar este gimnasio, situado al nivel de la cancha secundaria en la Sala Club.
Tras agradecer al Cabildo, responsable de las obras de adaptación del espacio, y al Club, quien adquirió el material, por el esfuerzo de poner en marcha este gimnasio, el preparador físico comentó que «se ha conseguido tener maquinaria puntera en nuestro deporte» aunque matizando que se decidió no pedir «mucha maquinaria porque el deporte es una ciencia que va tan rápida que enseguida la maquinaria se queda obsoleta.»
Falcón añadió, eso sí, que las máquinas adquiridas son «punteras, maquinaria fabulosa. Toda es específica en talla XL para jugadores de baloncesto, la línea Hammer de Life Fitness. Es la que se utiliza históricamente en fútbol americano y baloncesto en Estados Unidos.»
Juanjo Falcón, tras desgranar parte a parte las diferentes secciones del gimnasio, explicó que será la primera vez que el Herbalife Gran Canaria cuente con un gimnasio propio. «Al principio no disponíamos de gimnasio, teníamos que negociar con diferentes gimnasios de la ciudad e ir ‘de prestados’, entrenar bien era imposible» recuerda. Luego llegó la etapa en el Centro Insular de Deportes, centro que explica «se portó muy bien con nosotros» a la vez que añade que «era un gimnasio pequeño, con mucha afluencia y era difícil entrenar.»
Ahora, tras muchos años, los claretianos contarán con un gimnasio propio, aspecto que destaca Falcón. «Podemos disponer de un gimnasio para hacer entrenamientos de equipo y también individuales» aclara, ya que para él «lo mejor es que abrimos veinticuatro horas, de lunes a domingo, que es como tiene que ser para un deportista profesional.”