Los chicos de Néstor Santana disputaron el Campeonato de Canarias en el municipio de La Oliva en Fuerteventura.
En la fase de grupos, el Gran Canaria consiguió derrotar a Luther King, Amuley y al RC Náutico de Tenerife, consiguiendo de esta forma la clasificación para la final.
Como ya ocurriese en la liga insular, el rival volvería a ser el Canterbury. El equipo claretiano logró un triunfo por 46-60 para proclamarse así campeones de Canarias.