Los amarillos pagaron una primera mitad que se saldó con un desfavorable 41-25.
Tras ganar a Movistar Estudiantes el pasado domingo, el conjunto de Luis Casimiro afrontaba la difícil misión de retornar a la senda de la victoria también como visitante. Ardua tarea al tratarse de un desplazamiento al Fernando Martín de Fuenlabrada, una cancha siempre complicada e históricamente exigente para los claretianos.
No había un ambiente especialmente duro entre una afición entregada, eso sí, pero consciente de que no había nada deportivo en juego para ellos. Sin embargo, el ataque amarillo tardó en arrancar. De hecho, apenas llegó a hacerlo en toda la mañana. En los primeros dos minutos el Fuenla fue el único equipo que anotó; tímidamente, eso sí, solo por mediación de Sekulic y Popovic. Aguilar y Salin despertaba a los claretianos (4-4, minuto 3) en el lento tempo de juego, mas se antojaba una reacción insuficiente.
Smits abrió la caja de pandora con el primer triple de la mañana. Los fuenlabreños, poco a poco, se soltaban más en ataque ante un Herbalife Gran Canaria que seguía abusando del lanzamiento exterior. Tuvieron que probar suerte siete veces para, a la octava, por fin celebrar gracias a Kuric. Pero cuando el escolta americano anotó, la diferencia había llegado ya a los doce puntos. Un parcial 9-0 liderado por Hettsheimeir y Popovic permitió a los de Cuspinera no entristecerse, en extremo, por el triple de Kuric, que llegó en los compases finales de un aciago primer cuarto (20-11).
Pero lo fue más el segundo. Hettsheimeir, que firmó una primera parte exquisita con 13 puntos (3/3 en triples) y 5 rebotes, abrió la veda con un triple nada más arrancar el acto. Kuric, con cinco puntos consecutivos, siguió siendo el hombre más destacado de los de Casimiro. Tónica que se suele repetir de manera categórica en las derrotas a domicilio de los claretianos. Su anotación permitió estar en partido a los amarillos un rato más (23-16, minuto 13), pero fue algo irreal.
No tardó nada Luka Rupnik en hacerse dueño y señor del choque regalando asistencias de fantasía, anotando desde la línea de 6,75, y llevando con soltura el peso del encuentro. Bo McCalebb hacía el 33-20 y, segundos después, se producía una jugada simbólica: O’Neale no anotaba una bandeja al contraataque, cogía el rebote, volvía a fallar, aparecía Pablo Aguilar en escena, y volvía a errar dos intentos consecutivos. No le salía nada al grupo isleño y, mientras, el Montakit Fuenlabrada celebraba los dos triples seguidos de Hettsheimeir. Un triple de Salin casi para cerrar el primer tiempo permitía a los claretianos afrontar la segunda parte con alguna que otra opción de remontada (41-25).
Una reacción que casi tiene premio
Era complicado que las prestaciones del Herbalife Gran Canaria no aumentaran en la segunda parte tras el desacierto generalizado de la primera. La premisa la ejemplificó Royce O’Neale, que tras quedarse en blanco en los primeros 20 minutos, anotó la canasta de apertura del tercer acto. Le siguió Pablo Aguilar en una transición rápida. Los amarillos optaban por correr más pero el grupo de Cuspinera tenía en Popovic su respuesta continua. El balcánico sacó a relucir todo su talento anotando triples inverosímiles para desquicio claretiano.
A pesar de ello, un triple de un entonado Aguilar y un mate de Hendrix obligaba al técnico local a pedir tiempo muerto (44-34, minuto 23) mientras retumbaba el «Pío Pío» en las gradas del Fernando Martín. La reacción prosiguió y la canasta de Hakanson no evitó que, tras una buena acción de Bo McCalebb, los isleños se pusieran a cinco puntos (46-41, minuto 25) tras un parcial de 5-16. Popovic y Hettsheimeir, que acabaron la mañana con 17 y 18 puntos respectivamente, suponían un quebradero de cabeza constante que no permitía a los amarillos culminar la remontada. Las diferencias volvieron a rondar los dobles dígitos antes de que Kuric sumara los últimos tantos del cuarto (57-50).
Había opciones y reales y el propio Kuric, autor de 21 puntos, lo puso de manifiesto anotando un triple nada más arrancar el período final. Pero si de triples iba el tema, Marko Popovic tenía mucho que decir. El croata clavó uno desde ocho metros para contrarrestar un alley-oop entre Oliver y el propio Kuric, y otro para replicar a una bandeja del base catalán. Tras una técnica señalada al banquillo isleño, el genio de Zadar colocaba los diez de diferencia (67-57, minuto 35) con poco más de cinco minutos por disputarse.
El Herbalife Gran Canaria tuvo una buena actividad defensiva pero, en muchos momentos de la recta final, careció de la paciencia necesaria para lograr la remontada. Los de Casimiro cometieron varias pérdidas en ataques que, de completar, hubiesen significado ahogar al Fuenla. Aun así, los grancanarios llegaron con opciones de ganar al último minuto. A 24,3 segundos del final, Kuric clavaba un triple tras una recuperación en defensa para poner el 70-68 en el electrónico.
A partir de ahí, una partida de ajedrez en la que Paunic y Cruz no temblaron desde la línea de 4,60. El mexicano, eso sí, falló un tiro libre a 3,3 segundos del final. O’Neale, más bien, barrió el lanzamiento del aro y Oliver, sin mirar, a una mano y desde campo propio, probó fortuna con un tiro que estuvo más cerca de entrar de lo esperado.
Un 75-72 en el marcador que hace justicia a un Montakit Fuenlabrada que en ningún momento de los cuarenta minutos se vio en desventaja en el marcador. Los amarillos afrontan ahora dos partidos finales en el Gran Canaria Arena que les ayudará a discernir su posición final en la clasificación.