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Liga Endesa

El Herbalife Gran Canaria sabe sufrir para sumar el primer triunfo (84-76)

Los amarillos lograron resolver positivamente un duro partido contra Gipuzkoa Basket.

A pesar de la experiencia oficial de la Supercopa Endesa, con dos partidos de máximo nivel ante rivales de entidad y en un ambiente de encuentro oficial, al Herbalife Gran Canaria le costó la primera cita de Liga Endesa. Tardó en entrar a un partido que los de Porfi Fisac afrontaron con hambre y ganas.

Norel dio primero y los amarillos tardaron casi dos minutos en estrenar su casillero de puntos. Los donostiarras cortocircuitaban la ofensiva isleña y lograba sumar en la pintura gracias a la presencia de la dupla Swing-Norel (2-8, minuto 4). No cesó la afición amarilla en su empeño de animar a los suyos, conscientes en todo momento de la dificultad del primer día. Como los padres y madres que apoyan a sus hijos antes de empezar el ‘cole’. Con el ánimo de la parroquia claretiana, los de Casimiro poco a poco se fueron encontrando a ellos mismos sobre el parqué.

Lo hicieron gracias, sobre todo, al acierto exterior. Oliver y Eriksson dispararon primero y, aunque Swing siguió intentando distanciar a los suyos (8-16, minuto 6), el Herbalife Gran Canaria subió la intensidad con la segunda unidad. El capitán Eulis Báez mostró su versión más fina para comandar un parcial de 15-2 que permitió a los locales cerrar el primer acto con ventaja (23-18).

El cambio de período no influyó al equipo local, que había encontrado su ritmo de flujo en el tiro exterior. DJ Seeley se unió a la fiesta anotando su primer triple en Liga Endesa como amarillo tras su vuelta, y de poco le valió al Gipuzkoa Basket una actitud encomiable. La escuadra vasca mostraba garra pero insuficiente para contrarrestar el acierto grancanario. Dos aciertos desde 6,75 consecutivos de Báez y Seeley (33-23, minuto 14) llevaban la distancia a los dobles dígitos.

El ritmo anotador bajaba y Gipuzkoa Basket intentaba acercarse en el electrónico con segundas oportunidades y fuerza física. Sin embargo, las rotaciones de Casimiro permitían a Herbalife Gran Canaria jugar con una energía muy alta. Con Albert Oliver en pista, titular, los isleños lograron superar ampliamente los diez de diferencia. Mucho tuvieron que ver también la pareja Rabaseda-Fischer, que protagonizaron dos jugadas seguidas con papeles invertidos. Fischer, novato procedente de Marquette, hizo valer su entrega para cerrar el primer tiempo y abrir el segundo en pista (47-34).

Saber sufrir para sumar el primer triunfo

No le vino bien el paso por vestuarios al Herbalife Gran Canaria, que saltó al parqué del Gran Canaria Arena en el tercer acto como lo hiciera al comienzo del choque. De hecho, ninguno de los dos equipos entró con acierto a la segunda parte. Ambos sufrieron para encontrar el aro y Swing lo hizo primero con un triple. Fischer y Mekel sumaron para el lado claretiano, pero fue un espejismo dentro del enorme oasis que resultó ser el tercer cuarto para los locales.

Un parcial de 2-14 permitió a los de Fisac igualar la contienda (53-53, minuto 28). Muchos puntos llegaron en segundas oportunidades y de las manos de Norel y Swing, que bien secundados por Salvó o Dani Pérez, fueron la gran pesadilla claretiana durante todo el acto. Rabaseda exhibió rabia, como al final del segundo cuarto, para clavar un triple que reactivaba a los amarillos. La activación, eso sí, llegaba con un Gipuzkoa Basket ya muy metido en el encuentro y consciente de sus posibilidades. Swing anotaba una suspensión desde seis metros para mantener las opciones donostiarras muy vivas (61-57).

Albert Oliver dio primero en la recta final por el triunfo con una jugada de pura inteligencia que acabó con adicional anotado. El base catalán se erigió como una figura clave en los momentos delicados del equipo amarillo en el último cuarto. Tras esa acción, asistió a Pasecniks y anotó un triple (69-61, minuto 33) que ponía tierra de por medio. Paulí culminaba un alley-oop cedido por Balvin para que la diferencia llegara a los diez puntos.

Los hombres altos del Gipuzkoa Basket, Daniel Clark incluido, empezaban a acusar el cansancio. La tripleta formada por el británico, Norel y Swing, asumía la responsabilidad absoluta en cada ataque y las decisiones no eran las más acertadas. Sin embargo, a base de buenos balances defensivos y una gran intensidad, los de Fisac afrontaban los últimos dos minutos a tan solo siete puntos (79-72, minuto 38).

A pesar de las ajustadas diferencias, dio la sensación durante el último cuarto de que el Herbalife Gran Canaria jugaba cómodo con la renta, como capaz de resolver el encuentro moviéndose a ese ritmo. Sin embargo, varios errores en el tiro dieron con el equipo donostiarra a únicamente tres puntos (79-76) cuando restaba un minuto para acabar.

Tras un tiempo muerto solicitado por Casimiro, Albert Oliver, por el que el tiempo no pasa, clavó un triple frontal que dio al traste con las ilusiones visitantes. Partido lento, raro, pero resuelto con triunfo amarillo.