Los claretianos pelearon hasta el tercer cuarto pero fueron superados por la intensidad turca.
Era una cita para la historia. El Herbalife Gran Canaria debutaba en la Turkish Airlines EuroLeague y lo hacía visitando al Fenerbahce turco, al vigente subcampeón del torneo, y con una leyenda como Zeljko Obradovic en el banquillo visitante.
Probablemente los alicientes emocionales y ambientales que presentaba el encuentro atenazaron a los claretianos en el arranque del partido. Metidos ya en el segundo minuto de encuentro, Pasecniks se convertía en el primer jugador en anotar como jugador isleño en la competición. Pero era un oasis en un enorme desierto. La defensa de los turcos asfixiaba a un ‘Granca’ maniatado que llegados al ecuador del primer acto (10-2, minuto 5) caía por ocho puntos y solo había conseguido una canasta. Lo paró Maldonado con cinco minutos por delante y dio entrada a un Albert Oliver que, con inteligencia y paciencia, hizo sumar a los suyos. Los amarillos seguían sufriendo, pero Fenerbahce no se escapaba del todo al no tener acierto exterior. Oliver, con seis puntos, lideró la resistencia claretiana durante el primer acto (22-10).
La diferencia estaba siendo notoria, pero el Herbalife Gran Canaria no le perdía la cara al encuentro. La superioridad física de Fenerbahce se hacía notar, especialmente, en la lucha por el rebote. Solo en el primer cuarto, los de Obradovic habían conseguido ya siete rechaces ofensivos con un Jan Vesely estelar. El checo, al descanso, ya sumaba 15 puntos, 8 rebotes y 26 de valoración. Una línea estadística propia de un dominador de la competición.
Hannah, con dos tiros libres, ponía a los amarillos a ocho puntos (30-22, minuto 15). Tras un 0/17 en triples acumulado entre ambos conjuntos, Nikola Kalinic clavaba el primer tiro desde más allá de 6,75. Acto seguido lo hacía Oriol Paulí con un lanzamiento desde ocho metros. Los isleños seguían peleando, pero la lucha interior no tenía color. Ondrej Balvin no podía con su par y entre Vesely y el francés Lauvergne, Fenerbahce cimentaba su renta poco a poco. Una canasta casi sobre la bocina de Guler permitía a los otomanos encarar el túnel de vestuarios con 14 puntos de colchón (49-35).
Superioridad turca
Salió enchufado el Herbalife Gran Canaria tras el paso por vestuarios. Especialmente Anzejs Pasecniks. El letón anotó seis puntos consecutivos y obligó a Obradovic a pedir tiempo muerto (50-41, minuto 21) al ver que su equipo se veía ‘cercado’ por los isleños. Surtió efecto, pues al parón le siguieron seis puntos del conjunto turco sin respuesta claretiana que devolvieron el encuentro a la diferencia de trece, quince puntos por el que se movió desde prácticamente el arranque del mismo. A pesar de la superioridad del conjunto local, el Herbalife Gran Canaria mantenía la lucha y la buena actitud. No acompañaba el acierto exterior, pero un triple de DJ Strawberry besaba la red (63-51, minuto 28) para conseguir que los isleños siguiesen aspirando a, al menos, rebajar la distancia por debajo de la barrera de los dobles dígitos. Las últimas acciones del tercer acto, sin embargo, permitieron a Fenerbahce cerrar el cuarto con la máxima ventaja (75-58).
Parecía que ni anímica ni físicamente el Herbalife Gran Canaria estaba para luchar, ya, en el último cuarto. Con un exigente compromiso con Unicaja en el Martín Carpena en menos de 48 horas, los claretianos no hallaron la manera de plantar algo más de cara en el acto definitivo del choque. Fenerbahce se divertía, hallaba acierto en su juego, y sellaba el triunfo con aún muchos minutos por delante.
Aunque careciera de historia, el último cuarto del encuentro sí sirvió para ver reaparecer a Marcus Eriksson. El sueco disputó los últimos tres minutos del choque debutando así este curso tras operarse de la rodilla hace unos meses. El conjunto de Salva Maldonado viaja ahora a Málaga para medirse a Unicaja antes de volver a jugar en EuroLeague, el martes, ante el Barça Lassa en el Arena.