Gran parte de la parroquia amarilla permaneció en el Gran Canaria Arena al término del encuentro para homenajear al eterno capitán.
Es imposible comprender la historia del Club Baloncesto Gran Canaria sin Sitapha Savané. El pívot senegalés ha defendido la camiseta claretiana en un total de nueve temporadas: ocho de manera consecutiva entre 2004 y 2012 para volver luego en el curso 2015-16 y ser partícipe del subcampeonato de Copa del Rey logrado en A Coruña.
«Puede que sea mi último partido en Gran Canaria» decía Taph en la previa. Máximo anotador histórico del club, máximo taponador y nombre propio en todos los libros estadísticos del club en la Liga Endesa, Savané fue homenajeado como de costumbre en la presentación del equipo rival pero, también, al término del partido. Gran parte de la marea amarilla que animó al equipo durante el choque se quedó en sus asientos para felicitar, agradecer y homenajear a una figura única en la historia del club. Los aficionados le hicieron entrega de una placa especial con motivo de su entrega y dedicación.
«Todos saben lo que siento por esta tierra, por este club y por todos ustedes. La isla de Gran Canaria y el Granca siempre serán parte de mí y de mi familia», dijo conteniendo las lágrimas Savané.