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Eurocup

Nadie para al Herbalife Gran Canaria en Eurocup (86-67)

El conjunto amarillo disfrutó una vez más de una plácida velada en Europa gracias a su intensidad y el acierto en el tiro.

Segundo clasificado en la liga lituana y único equipo siguiendo la estela del líder Herbalife Gran Canaria, el Lietkabelis Panevezys se plantó en el Gran Canaria Arena dispuesto a demostrar su valía y los motivos de ser considerado el conjunto sorpresa del torneo. En los compases iniciales probaron ser un bloque duro y físico, conscientes de su estilo de juego, sus limitaciones y su plan. Solo así lograron tomar la primera ventaja del encuentro (5-8, minuto 3) tras un 2+1 del alero Lukauskis.

Pero fue la calma que precedió a la tormenta. Una noche más, el Herbalife Gran Canaria desató un vendaval amarillo ante el que el rival poco o nada pudo hacer. Las primeras lluvias llegaron con un parcial de 7-0 protagonizado por Bo McCalebb, un Sasu Salin acertado con dos triples, y Eulis Báez. El equipo báltico intentó campear el temporal pero les fue imposible gracias a la intensidad de O’Neale y Hendrix. Todos sumaban y el Lietkabelis, rápidamente, se encontraba sin respuesta.

Después de una canasta de Planinic que llevaba la ventaja hasta los diez puntos, surgió la figura de Kyle Kuric. Hace hoy un año, el estadounidense se encontraba en Barcelona y decía adiós a sus compañeros que ponían rumbo a Berlín. Él se quedaba allí para enfrentarse al partido más difícil de su vida. Tres operaciones cerebrales después, y meses de entrenamiento de por medio, volvió. Ante Lietkabelis desató toda su rabia anotando tres triples que rompieron el choque con media hora por delante (35-14).

El Herbalife Gran Canaria siguió doblando en el electrónico a Lietkabelis hasta el ecuador del segundo cuarto. Llegados a ese momento, los claretianos se bloquearon por primera vez en toda la noche en ataque, y los lituanos fueron lo suficientemente inteligentes como para aprovechar la tesitura y volver a meterse en el partido con un parcial de 0-10 (47-34, minuto 18) que les colocaba a 13 puntos.

Tras un tiempo muerto de Luis Casimiro, los grancanarios controlaron un poco la sangría pero Lietkabelis, con la segunda unidad en pista y con más orgullo que cabeza, evitó que las diferencias volvieran a rondar la veintena de puntos. Bo McCalebb no consiguió anotar la última posesión de la primera mitad y el choque entraba en la segunda con una diferencia de catorce tantos (50-36).

Respuesta a la reacción

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El del Lietkabelis es uno de los planteles más veteranos y experimentados de la Eurocup, y lo demostraron a la perfección en el tercer cuarto. Con defensa dura y paciencia, los pupilos de Kazys Maksvytis lograron recortar la distancia hasta colocarse a nueve (50-41, minuto 23) con un parcial de salida de 0-5. Los problemas con el ataque estático lastraban la producción de un Herbalife Gran Canaria que, a pesar de no tener acierto, sí mantuvo la calma.

La noche tenía ingredientes de velada plácida continental para los claretianos y los de Luis Casimiro estaban dispuestos de que, a pesar de la resistencia báltica, así fuera. Bo McCalebb, que mantuvo la línea ascendente de su aportación individual, fue quien contagió de intensidad y energía a los suyos en los momentos más críticos. Un tapón suyo y una bandeja fueron peldaños claves en el parcial de 6-0 que volvió a abrir brecha (56-41, minuto 24) ante la mirada del técnico visitante. Pablo Aguilar exhibió su mejor versión desde 6,75 y disparó nuevamente a los locales antes de afrontar el cuarto definitivo (70-50).

El último acto careció de historia más allá de algunas decisiones arbitrales que encendieron a la parroquia amarilla. Anzejs Pasecniks, único jugador que no había tenido minutos durante la noche, vio algo de acción en los instantes finales, aprovechando la situación para intimidar y rebotear. Al final, el Herbalife Gran Canaria sumó la tercera victoria consecutiva en Eurocup, la número 100 de la historia del club en Europa, y se asentó en la primera posición del Grupo A.