El equipo de Aíto García Reneses se hundió en una nefasta segunda mitad, que acabó con un parcial total de 51-31.
En 2016 se mantuvo la tónica de los últimos partidos ligueros del Herbalife Gran Canaria como visitante en 2015. Los de Aíto García Reneses volvieron a sufrir un mal arranque de choque como ya sucediera en Murcia o Andorra, y el Montakit Fuenlabrada, en estado de gracia y metido de lleno en la lucha por estar en la Copa del Rey, se aprovechó de la situación.
El juego exterior del equipo fuenlabreño dinamitó el choque en sus primeros compases, con cuatro triples en los primeros cuatro minutos. Marko Popovic, autor de tres de ellos, fue clave en el primer parcial significativo del encuentro (15-4, minuto 5) mientras los de Jota Cuspinera disfrutaban de ese magnífico inicio.
Pero no todo iba a ser color de rosa. Con la segunda unidad en pista, la intensidad defensiva del Granca aumentó y los isleños lograron endosar un parcial de 0-10 con el que se pusieron a solo un punto. Aguilar y Rabaseda fueron los nombres propios de esta remontada que, eso sí, no llegó a culminarse.
Siguió tirando en el ritmo de juego un Fuenla que si algo ha ganado este curso, además de resultados, es competitividad. No se achanta ante rivales de mayor enjundia y así, con la aportación exterior de Paunic y Tabu, llegaba al término del primer cuarto con siete de ventaja (25-18).
Y el Herbalife Gran Canaria repitió mal inicio de cuarto. Los capitalinos se marcharon de nuevo en el marcador con un parcial de 5-2 y un Ricardo Úriz acertado en la dirección (30-20, minuto 13). Sufrían los claretianos en labores ofensivas, sin encontrar una buena circulación de balón y, además, sin tener ritmo defensivo.
Pero entonces apareció Kevin Pangos. El canadiense se volvió a sentir ese hombre invencible que parecía ser cuando defendía la camiseta de Gonzaga en la NCAA, y fue dueño y señor del partido en un parcial de 5-12 en el que él anotó cuatro triples consecutivos. Cuspinera tenía que para el partido ante el ciclón Pangos, que había puesto el marcador en un puño (35-32, minuto 15) después de la escapada fuenlabreña.
No obstante, los locales seguían mandando, haciendo uso del acierto exterior y de los problemas amarillos para defender situaciones interiores. Albert Oliver se erigió protagonista de los últimos instantes del primer tiempo, anotando un triple y asistiendo a Savané para que este igualara antes del descanso (41-41).
Parecía arrancar con todo el Herbalife Gran Canaria en el tercer período, con triples de Pangos y Aguilar para dar ventaja a los isleños. Una ventaja que alcanzaba los siete puntos (50-57, minuto 25) tras cuatro tantos consecutivos de Alen Omic. Lo paraba Jota Cuspinera y ahí empezaba la debacle amarilla.
Una debacle que duró los quince minutos de partido que restaban. Y que se inició con un parcial de 12-1 que servía a los fuenlabreños para remontar antes del final del cuarto y encarar el acto final con cuatro de ventaja (62-58).
Aguantó los primeros golpes del cuarto definitivo el Granca gracias a un triple de Sasu Salin y un tiro libre de Omic. Pero pronto Álex Urtasun se propuso dinamitar el choque. El gemelo de Txemi penetró, tiró de tres y recogió el testigo de un Marko Popovic que, aunque aflojó un poco, fue una tortura hasta el final. En un abrir y cerrar de ojos, el Herbalife Gran Canaria se vio trece abajo y no supo reaccionar.
Lo que restó fue una fiesta absoluta del Fernando Martín y de la afición fuenlabreña. Una afición que sueña más que nunca con la Copa del Rey tras ver cómo su equipo derrotó por 92-72 al Herbalife Gran Canaria.