Los amarillos dominaron a partir del primer cuarto y lograron el triunfo con seis jugadores anotando 10 puntos o más.
El encuentro entre Herbalife Gran Canaria y Montakit Fuenlabrada presentaba innumerables alicientes. Ambos equipos se verán las caras dentro de cinco días en los cuartos de final de la Copa del Rey; ambos equipos luchan por estar en el Playoff por el título; y los claretianos visitaban una de las canchas que más se les ha atragantado en los últimos cursos.
Es puro coraje este equipo liderado desde el banquillo por Néstor ‘Che’ García y así lo demostraron desde el inicio. Fueron unos primeros compases de partido de mucha igualdad entre dos conjuntos que parecían conocerse muy bien. Las defensas ganaban a los ataques, pero dentro del conocimiento y la equidad Christian Eyenga causaba estragos. Rabaseda, emparejado con Popovic, lograba secar al balcánico; pero el congoleño causaba estragos superando una y otra vez a un Brussino incapaz de frenarlo. El esfuerzo del africano y un triple de Vargas (10-6, minuto 4) daban ventaja a los locales.
En ningún momento el conjunto claretiano le perdió la cara al choque. Un mundo por delante y el tesón de Xavi Rabaseda como bandera. El alero catalán firmó una primera mitad muy completa con 4 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias, desesperado a Popovic y aportando en ataque. Eyenga se iba hasta los 7 puntos y el Fuenla mandaba por 15-12. Pero ese tanteo se convirtió en el 17-20 final gracias a un parcial de 2-8 edificado desde la defensa y con la anotación de DJ Seeley, que sumó seis puntos de manera consecutiva (17-20).
El segundo cuarto empezaba de la mejor manera posible: nueva recuperación de balón que acababa en triple de Niko Radicevic. El base serbio volvió a exprimir al máximo sus minutos en pista, siendo clave en el despegue amarillo. Popovic no se encontraba en el partido, tampoco Cruz, y Radicevic repartía asistencias sin discreción. Una a Aguilar y otra a Fischer (21-29, minuto 14) suponían ocho de ventaja.
Jugada a jugada se calentaba la afición de Montakit Fuenlabrada. No gustaban las decisiones arbitrales y ya con 25-35 en el luminoso, los colegiados señalaban falta de Popovic. En la repetición pareció claro que el croata paraba la progresión de un Rabaseda sin balón de forma manifiesta. Popovic no opinó igual y protestó hasta que le cayó una técnica. Otra, en ese momento, a Sekulic. Los jugadores fuenlabreños airados, la afición muy crítica con el trío arbitral, y el Herbalife Gran Canaria con serenidad aprovechando los viajes al tiro libre. Rabaseda y Oliver hicieron un pleno al cuatro. La defensa isleña seguía asfixiando a un desesperado Montakit Fuenlabrada y DJ Seeley lideraba la ofensiva para cerrar el primer tiempo con una renta de quince puntos (30-45).
Dominio y saber estar
Salió revolucionado Marko Popovic de vestuarios y anotó un triple en el primer ataque fuenlabreño. El Montakit amenazaba con apretar el partido y lograr una remontada épica, pero Herbalife Gran Canaria gozó de tranquilidad en toda la segunda mitad para no perder los nervios en ningún momento. Sin ir más lejos, la acción de Popovic la replicaba en cuestión de segundos Ondrej Balvin con una canasta más adicional. La renta llegó a ser de 19 puntos antes de que los de la capital se acercaran de la mano de Eyenga (42-54, minuto 25), imparable en el poste.
El parcial de 7-0 lo rompió, y a lo grande, DJ Seeley. El californiano, que acabó la mañana con 16 puntos, clavó dos triples sin apenas tiempo entre ellos. Forzó el tiempo muerto del banquillo local y recoló el guion que, hasta el momento, había regido el partido. Los amarillos controlaban el choque y el empuje fuenlabreño era puro corazón pero sin aparente orden. La diferencia fue variando durante los instantes finales y solo un triple de Marko Popovic desniveló el tanteo del parcial, dando una renta de tres puntos para los locales que significaba dejar el marcador en doce de renta claretiana (51-63).
Niko Radicevic, que firmó su mejor partido con la casaca amarilla aportando 13 puntos y 3 asistencias, logró un 2+1 en la primera jugada del último cuarto para volver a estirar la ventaja. El Herbalife Gran Canaria se fue hasta los 17 de ventaja (53-70, minuto 33) tras dos canastas consecutivas de Luke Fischer, que se fue hasta los 10 puntos sin fallo. Nuevo tiempo muerto de Néstor ‘Che’ García… Y este con resultado. Porque Montakit Fuenlabrada, alentado por su incansable afición, logró un parcial de 7-0 con canastas fáciles que dejaba la diferencia en solo diez puntos. Estuvo rápido Luis Casimiro pidiendo el tiempo muerto para tranquilizar a los suyos.
Y ahí, en medio del primer arreón serio de toda la mañana de Montakit Fuenlabrada, estuvo Eulis Báez. Reparecía tras recaer de su lesión en Berlín, donde fue clave, y volvió a demostrar por qué es el capitán del equipo y por qué es tan importante. El dominicano anotó ocho puntos consecutivos, cuatro canastas sin fallo, cuando más lo necesitaba su equipo. Báez fue fundamental porque aplastó de manera definitiva el espíritu de un Montakit Fuenlabrada que nunca bajó los brazos, pero que fue consciente de que era imposible ganar tras los puntos del capitán amarillo.
Triunfo final por 20 puntos con seis jugadores por encima de los dobles dígitos de anotación y valoración. Una exhibición coral sin Eriksson, y con Aguilar y Báez arrastrando molestias, que significa el quinto triunfo consecutivo de los claretianos. En racha hacia la Copa del Rey.