El equipo amarillo controló el partido con comodidad, si bien una última reacción del equipo andorrano apretó las cosas en la recta final.
Con la Copa del Rey en el horizonte más cercano, el Herbalife Gran Canaria saltó a la pista con el objetivo de ganar. Ganar para afrontar la cita copera con ánimo; ganar para curar las heridas de las últimas derrotas seguidas en Liga Endesa; ganar para dar una alegría necesaria a su afición.
Y lograron plasmar la mentalidad en su intensidad de juego. Los amarillos arrancaron mandando en el electrónico desde la defensa, ahogando a un MoraBanc Andorra que chocaba una y otra vez con un muro llamado Edy Tavares. El caboverdiano se erigió como clave en la defensa, mientras que en labores ofensivas destacaba el acierto exterior. Báez lograba cinco puntos, y luego Kuric y Bellas ayudaban desde más allá de 6,75 para poner nueve de diferencia en apenas cuatro minutos (11-2, minuto 4).
Los andorranos carecían de ideas para parar el parcial, y una canasta bajo el aro de Summers obligaba a Peñarroya a solicitar el tiempo muerto. Un tiempo muerto que ayudó a coger aire.
La historia del 6,75
Como viene siendo habitual esta temporada, el Herbalife Gran Canaria sufrió de manos de su rival una lluvia de triples constante. Shaun Green y el base Thomas Schreiner convirtieron dos seguidos para mantener con vida al equipo andorrano Kendall se hizo cargo del ataque con cinco puntos consecutivos, firmando un 2+1 con un poderoso mate. A pesar del esfuerzo del canadiense, el equipo visitante se quedaba a siete con un triple lejano sobre la bocina de Green (25-18).
Los de Peñarroya se mantenían en la pomada con un Shaun Green estelar, siendo el más destacado de los suyos. Tavares seguía a lo suyo y un triple de Sasu Salin, en el primer tiro como jugador amarillo, abría la brecha definitiva (37-24, minuto 14). A partir de ahí, todo fue gestionar.
El Herbalife Gran Canaria se divirtió con buenas defensas y transiciones rápidas. Un parcial de 13-0 ponía la diferencia en veintitrés puntos. El show tirador del equipo claretiano fue encomiable, con un 8/8 impoluto que ayudó a conseguir la mayor renta (50-27, minuto 17).
Los últimos minutos del segundo acto sirvieron para que los andorranos enfilasen el túnel de vestuario con mayor ánimo merced a un parcial de 0-7 (50-34).
La inercia anotadora
Tras la reanudación, Edy Tavares siguió siendo el foco ofensivo de los amarillos. Inició el cuarto, primero, con un imponente tapón sobre un desesperado Nathan Jawai; luego firmó un gran 2+1 ante el propio pívot australiano, superado en todo momento por el nivel de juego del caboverdiano. Eulis Báez, capturando un rebote ofensivo, mandaba la diferencia en el electrónico por encima de la veintena de puntos (57-36, minuto 22).
El Herbalife Gran Canaria jugaba con una gran inercia anotadora, encontrando tiros fáciles en todo momento gracias a una gran circulación de balón. Por su parte, los de Peñarroya también conseguían ver aro con facilidad, por lo que se mantenían en la lucha a pesar de encajar tantos puntos.
Los andorranos conseguían ponerse a catorce, pero los claretianos volvían a golpear con un preciso Kyle Kuric. El escolta estadounidense firmó otro gran partido confirmando su buen estado de forma. El de Evansville acabó con 14 puntos y un inmaculado 4/4 en triples.
El Gran Canaria Arena se divertía y un increíble triple de Sasu Salin servía para llevar la locura a las gradas del recinto de Siete Palmas. El conjunto amarillo encarrilaba el choque de manera definitiva con veinte puntos de ventaja a diez minutos del final del choque (78-58).
La zona sentó mal
Cuando todo parecía idílico tras treinta minutos de fiesta y tranquilidad, el Herbalife Gran Canaria comenzó a sentirse mal. Parecía que el almuerzo iba a ser feliz y sin sobresaltos, pero el MoraBanc Andorra de Joan Peñarroya se puso en una zona 2-3 que empezó a atragantársele a los amarillos.
Solo el empuje de Eulis Báez atrasó lo que parecía inevitable: la reacción heroica de los andorranos. El dominicano logró anotar dos canastas consecutivas para mantener con una renta cómoda a los locales (84-65, minuto 34), pero el conjunto de los Pirineos mantuvo la seriedad defensiva para seguir creyendo en una remontada que parecía utópica.
Así, con cinco puntos consecutivos se acercaban a catorce puntos, una distancia que desde el descanso no habían ni soñado alcanzar. Betinho Gomes, tras varios ataques desacertados por parte de ambos conjuntos, clavaba un triple al que respondía Aíto García Reneses con un tiempo muerto. Quedaban 3:45 minutos para el final y el marcador era de 84-73. Una eternidad.
La diferencia bajó de los dobles dígitos en la siguiente jugada y, luego, Gomes volvía a anotar desde más allá de 6,75 para poner en un aprieto inimaginable minutos antes al Herbalife Gran Canaria (84-78, minuto 38).
A dos minutos y medio del final, el Herbalife Gran Canaria puso cordura y calma en sus ataques. El Gran Canaria Arena comenzó a apretar y los amarillos lograron dar el golpe definitivo al choque por mediación de Txemi Urtasun, que convirtió desde la esquina tres puntos claves.
Al final, los grancanarios vencieron por 90-81 a un MoraBanc Andorra que suma una derrota más pero lo hace, eso sí, con honor. En cinco días, el próximo viernes, choque de Copa del Rey ante el FIATC Joventut en el mismo escenario.
Ficha técnica:
90. Herbalife Gran Canaria (25+25+28+12): Bellas (12), Kuric (14), O’Leary (8), Báez (18) y Tavares (8) -cinco inicial-, Summers (5), Urtasun (8), Salin (6), Paulí (-), Kendall (9) y Oliver (2).
81. MoraBanc Andorra (18+16+24+23): Sada (5), Navarro (12), Betinho (13), Bogdanovic (3), Bogris (-) -cinco inicial-, Schreiner (11), Trias (3), Stojanovski (12), Green (13), Blanch (3) y Jawai (6).
Árbitros: Jiménez, Araña y Cardús. Sin eliminados.
Incidencias: Partido disputado en el Gran Canaria Arena, ante 5.207 espectadores.