Por primera vez en la historia del proyecto, se pudo compartir cancha y partido con una iniciativa de la península.
Este pasado fin de semana fue uno que, sin lugar a dudas, pasará a la historia del Proyecto Suma. La iniciativa de baloncesto inclusivo del Club Baloncesto Gran Canaria y liderada por Javi Choren, que cumple su quinto año de existencia, vivió una jornada mágica el sábado en las instalaciones del Pabellón Insular de La Vega de San José. Allí, en la cancha, se unieron los jugadores y jugadoras del Proyecto Suma con los del Únics Cerdanya, un equipo de baloncesto de personas con diversidad funcional y movilidad reducida radicado en Cataluña.
Se trató así de la primera visita de un equipo de características similares a los del Proyecto Suma procedente de fuera de nuestras islas. A su llegada el viernes, fueron recibidos por una gran comitiva de miembros de la gran familia Suma del Club Baloncesto Gran Canaria. Alba Olcina Gomà, directora del equipo, explicó que «para ellos era la primera vez de ir en avión, de ir a una isla… De muchas cosas». «Para mucha gente es pequeño este paso; para nosotros es gigante, y para la sociedad también» comentaba Olcina. «La gente en la calle estos días nos decía: «¿Pero a dónde vais? ¿Estáis locos? ¿Vosotros?» como si nosotros, con esa etiqueta, no pudiéramos volar, no pudiéramos jugar» sentenciaba.
La cancha de La Vega de San José se convirtió, el sábado, en una auténtica fiesta de inclusión y normalización, con ambos equipos viviendo una jornada emotiva e histórica, en muchos sentidos, por el carácter festivo pero también competitivo de la cita.
La gran expedición del Únics Cerdanya pudo disfrutar de las bondades de la isla de Gran Canaria, y gozaron con una visita a Poema del Mar, el gran acuario de Las Palmas de Gran Canaria.