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Liga Endesa

El Herbalife Gran Canaria lucha pero se queda corto (63-69)

El equipo amarillo dominó la primera parte, pero se vio superado en la segunda a pesar de su empeño.

Nunca, en 13 años de historia de competición, el anfitrión se había llevado la Supercopa Endesa. El maleficio, de similar magnitud en otros trofeos como la Copa del Rey, luchaba contra las aspiraciones de un Herbalife Gran Canaria acostumbrado a estas lides pero nunca a hacerlo delante de su afición. El asterisco de lo acontecido con el Khimki, en final a ida y vuelta, no rebajaba la importancia del encuentro.

El conjunto de Luis Casimiro salió con pies de plomo al encuentro. No con el acierto del día anterior ante Real Madrid, pero sí con una buena intensidad defensiva que permitía maniatar un Valencia Basket que había arrasado en ese aspecto a Unicaja. El tanteo era paupérrimo y a ambos equipos les costaba anotar, pero Eulis Báez, titular, surgió con una canasta y un robo que precedió al primer triple de la noche de Oriol Paulí. El alero firmó dos brillantes partidos, siendo significante y significado en los minutos de los que dispuso.

En el lento tempo del encuentro, el Granca intentaba poner la siguiente marcha, pero el conjunto taronja, de la mano de un San Emeterio que sería clave en el devenir del encuentro, mantenía en todo momento la compostura. En el primer cuarto, apenas 26 puntos anotados (13-13).

La igualdad se rompería en el segundo acto. Paulí disparó primero con un triple y le siguió al poco Albert Oliver con cinco puntos consecutivos. La pareja catalana del Herbalife Gran Canaria obligó a Vidorreta a pedir tiempo muerto (23-15, minuto 14) al ver en el marcador la primera diferencia importante.

El colchón de puntos para el anfitrión llegó a ser de dobles dígitos con la canasta del ganador del concurso de triples Marcus Eriksson. Hacía la goma con cadencia lenta el Valencia Basket, pero un triple del sueco permitía a los isleños mirar muy arriba en el electrónico (32-17, minuto 18). Un arreón final de Green y el grupo taronja hizo que el partido estuviera en apenas nueve puntos antes de la segunda mitad (32-23).

El factor San Eme

No se ha cansado Fernando San Emeterio de resolver partidos, campeonatos. Una auténtica institución del baloncesto español y bronce en el reciente Eurobasket, el cántabro sacó su magia a relucir cuando más lo necesitaba el Valencia Basket. Shaquielle McKissic clavaba un triple desde la esquina (35-23, minuto 22) que hacía soñar a la afición grancanaria con un camino placentero al título, pero nada más lejos de la realidad.

Valencia Basket, aupado por un inconmensurable San Eme, logró un demoledor parcial de 0-10 en prácticamente dos minutos para colocarse a solo dos puntos y obligar a Casimiro a solicitar tiempo muerto. No cambió el sino del tercer cuarto. Al Herbalife Gran Canaria le costaba horrores anotar y la escuadra del Turia lo hacía con facilidad. Sin un juego especialmente brillante en lo colectivo, pero tremendamente eficaz en lo individual con el cántabro y Bojan Dubjlevic. La diferencia llegó a los cinco tantos (39-44, minuto 28) pero Pablo Aguilar puso en pie al Gran Canaria Arena con un triple y un portentoso mate a una mano que igualó la contienda. Los valencianos, eso sí, cerraron el cuarto dos arriba (46-48).

Lo peleó y peleó y peleó el Herbalife Gran Canaria, pero el último cuarto fue lentamente doloroso. Pronto Valencia Basket obtuvo seis de ventaja, y el conjunto dirigido por Txus Vidorreta encontró un intercambio de canastas cómodo para sus intereses. Gozaba de alguna que otra ocasión el Granca de acercarse en el marcador pero era inerte. Fischer, con un buen 2+1 (55-59, minuto 36) daba esperanzas.

Llegó Marcus Eriksson para soñar fuerte. Para demostrar lo que se podría conseguir en el futuro. En el presente curso. El sueco clavó dos triples que colocaron, dos veces, a un punto a los suyos. Con 63-64 en el marcador y un minuto en el crono, a Erick Green no le tembló el pulso. Los amarillos, en cambio, no supieron seguir con el diálogo de puntos y acabaron cediendo ante un Valencia Basket más intenso.

El Herbalife Gran Canaria cerró así una Supercopa Endesa ilusionante, agridulce, pero que demuestra el potencial de un equipo que este curso hará soñar a la marea amarilla.