El equipo claretiano mandó durante los 40 minutos y rompió el choque en el último cuarto.
Un partido entre equipos necesitados. El Tecnyconta Zaragoza llegaba al Gran Canaria Arena marcando la salvación y el Herbalife Gran Canaria, en palabras de su entrenador Luis Casimiro, debía tener la misma necesidad. Fuera de los ocho primeros puestos de Liga Endesa, los claretianos buscaban abrir la segunda vuelta con un triunfo que hiciera mirar hacia arriba, nuevamente, al equipo.
Gary Neal amenazó desde la primera posesión zaragozana anotando de dos, pero el Herbalife Gran Canaria arrancó el choque con acierto. Gal Mekel y Xavi Rabaseda se unieron para anotar once puntos en un parcial 11-2 que dio ventaja a los isleños. El alero catalán mostró su versión más arrolladora con una gran intensidad defensiva que contagió a sus compañeros, mientras que el base israelí tuvo acierto en sus acciones de ataque.
El Herbalife Gran Canaria se abonó entonces al triple y por ahí naufragó la ofensiva amarilla. Los isleños superaban la defensa exterior del Tecnyconta Zaragoza pero la intimidación de Jarvis Varnado obligaba a doblar la pelota y los de Casimiro carecían del acierto necesario para anotar. Así, el conjunto zaragozano lograba no solo recortar distancias sino remontar con transiciones rápidas y un De Jong especialmente acertado (11-13, minuto 6). Los visitantes llegaron a gozar de cinco puntos de renta, pero un esfuerzo final de los claretianos, con triple de Nicolás Brussino incluido, conseguían cerrar el primer cuarto con empate (20-20).
Anzejs Pasecniks, actuando un día más como ala-pívot por la baja de Eulis Báez, hacía acto de presencia en el arranque del segundo cuarto anotando cinco puntos consecutivos, incluyendo un lanzamiento desde más allá de 6,75. Parecía el equipo de Luis Casimiro dispuesto a abrir brecha, y aunque la buena actitud defensiva ayudaba, no llegaba a tomar ventaja significativa. Lo hacía con dos mates consecutivos de Pasecniks y Rabaseda (33-25, minuto 15) que levantaron al público y obligaron a Cuspinera a pedir tiempo muerto.
Con ocho de ventaja, el conjunto amarillo se precipitó en dos acciones ofensivas que acabaron en triples al hierro, y el equipo maño recuperó terreno con un Bo McCalebb muy incisivo. En minuto y medio se cambiaron los papeles y era Casimiro quien paraba el choque con una diferencia de cuatro puntos a cuatro minutos del final. Surtió efecto el parón, porque los isleños volvieron a tomar la iniciativa en el choque, con agresividad en el ataque para atacar el aro y seriedad defensiva. Apareció un, hasta el momento, gris Eriksson para anotar cinco puntos y los amarillos enfilaban el túnel de vestuarios con siete puntos de ventaja (42-35).
Pico y pala
Salió el Tecnyconta Zaragoza con fuerza tras el paso por vestuarios. Dragovic anotó de tres en la posesión inaugural de la segunda parte, pero Ondrej Balvin respondió con una acción de dos más uno. Por momentos, el equipo zaragozano pareció tener fluidez ofensiva, pero el Herbalife Gran Canaria supo frenar las tímidas acometidas mañas. El juego entre pívots descolocaba a los de Cuspinera y un mate a una mano de Pasecniks tras asistencia de Balvin ponía en clara ventaja a los isleños.
Sin embargo, el tercer cuarto transcurrió como lo había hecho la primera parte. Intentaba poner tierra de por medio el equipo grancanario pero Tecnyconta Zaragoza no daba su brazo a torcer. Gary Neal lograba dejar la diferencia en solo dos puntos y volvía a aparecer entonces Xavi Rabaseda. El hoy capitán claretiano imprimió carácter al equipo en cada segundo que estuvo en pista, y firmó uno de sus tres mates para dar oxígeno al conjunto local. Poco a poco, el Granca consiguió recuperar las rentas en las que se movía al término del segundo parcial, y un mate de Balvin sirvió para cerrar el tercer acto con siete puntos de ventaja (62-55).
Hacía la goma el Tecnyconta Zaragoza pero, tras treinta minutos, se acabó la persecución de la sombra. Los de Cuspinera claudicaron en cuanto la diferencia alcanzó los dobles dígitos. Brussino anotó un bonito aro pasado tras asistencia de Radicevic y luego Balvin sumó en la pintura para forzar el tiempo muerto (66-55, minuto 32) de Cuspinera. El técnico vasco veía cómo el partido se rompía y le fue imposible evitarlo.
El conjunto aragonés buscó opciones pero sin demasiado ahínco, sin creer demasiado. Los amarillos por fin gozaron del acierto exterior que tan esquivo había sido y el choque acabó por romperse. DJ Seeley anotó desde más allá de 6,75 y, aunque restaba más de siete minutos para el final, todo hacía indicar que todo estaba dicho para sentencia. El californiano, como Rabaseda, Radicevic y Brussino, acabó en dobles dígitos de anotación.
Los amarillos firmaron un partido completo, coral, para sumar una victoria que devuelve al equipo a puestos de Playoff.