El equipo claretiano suma un hito más en su historia con la tercera clasificación consecutiva a cuartos de final de la Eurocup.
Todo comenzó en el curso 2014-15. Tras varios años apartado del panorama continental, el Herbalife Gran Canaria volvía a competir en la Eurocup con Aíto García Reneses en el banquillo. La nueva andadura no podía empezar mejor: 10-0 y primeros de grupo en la primera fase. En el Last 32, los amarillos mantuvieron el ritmo y accedieron a los octavos de final con una única derrota.
Las eliminatorias trajeron ilusiones y sueños renovados a la parroquia amarilla, que semana a semana veía cómo su equipo hacía historia. En octavos cayó Cedevita; en cuartos Pinar Karsiyaka y en semifinales el Unics Kazan. Un impresionante balance de 21-1 en victorias y derrotas permitieron a los isleños plantarse en la primera final de su historia. Una vez allí, el todopoderoso Khimki de Rice, Koponen, Davis y compañía fue demasiado rival.
La temporada pasada el camino no fue tan recto pero el Herbalife Gran Canaria repitió presencia en cuartos de final tras apear en octavos al Limoges francés en el que militaba Bo McCalebb. En los cuartos, los grancanarios lograron derrotar al Stelmet Zielona Gora polaco. Una vez más entre los cuatro mejores. Aguardaba una ardua eliminatoria ante Galatasaray. Tras caer en Turquía por 89-75 la remontada se antojaba épica, y a punto estuvo de llegar: los amarillos forzaron la prórroga y acabaron quedándose a únicamente dos puntos de volver a la final.
Después de una buena primera fase, los grancanarios iniciaron el Top 16 del presente curso con un 0-2 que puso contra las cuerdas al grupo dirigido por Luis Casimiro. Sin embargo, de manera similar a como ocurriera en Liga Endesa, los isleños protagonizaron una hazaña al sumar cuatro triunfos consecutivos para meterse entre los mejores ocho. El rival, un Hapoel Jerusalén plagado de estrellas americanas en Europa (e incluso en NBA, como Amar’e Stoudamire) y de jugadores nacionales de primer nivel como Halperin o Eliyahu.